sábado, 30 de abril de 2011

Desde la cárcel de Buen Pastor. Comunicado de Estela Agüero

25 de diciembre, 2010.
Ya les hago llegar mi cordial saludo. Yo soy Estela Agüero.
Les contaré la triste historia de mi padre, Don Sindulfo Agüero, que está en la cárcel de Tacumbú. Él tiene 69 años, agricultor. Además, está ciego; tiene desprendimiento de retina.
Don Sindulfo es un señor de buen corazón, trabajador y servicial. Se casó muy jóven, luchó mucho para salir adelante, se sacrificó muchísimo para conseguir un pedazo de tierra para cultivar y construir una casita de madera y techo de paja en el año 1962, cuando tenía 19 años.
Tiene una sola hija que ahora tiene 47 años, casi tubo 3 hijos, pero su esposa, Doña Alejandra, sufrió muchísimo en la época de la dictadura por tortura psíquica, por la depresión severa que había sufrido perdió sus dos hijos antes de nacer. Hasta hoy se queda traumada por esa pérdida. Don Sindulfo ama la vida, valora la naturaleza, valora mucho a la persona, le gusta andar a caballo, recorrer los campos. En su comunidad hizo muchas cosas bonitas para el bienestar de la gente y para el progreso de la comunidad. Fue fundador y socio de la Liga Agraria, también fue fundador de O.C.N., Organización Campesina del Norte. Fundó muchos grupos juveniles, trabajó muchísimo en la zona concientizando a los jóvenes para el bien.
En la década del 70-80 fue víctima de la dictadura, donde fue apresado, torturado, física y psicológicamente. A consecuencia de eso tiene secuelas como la hernia y el desprendimiento de retina, perdiendo totalmente un ojo, y a consecuencia de eso, ahora está perdiendo el otro ojop, el único ojo que le queda, con el problema del desprendimiento de retina.
Ahora está sufriendo con mucho dolor, sin poder ver nada, anda vendado el ojo, ya no podrá leer ni escribir; él es lector, escritor y poeta. Ya no podrá ver más las flores, los campos verdes, ya no verá más las maravillas de la naturaleza que tanto le gusta. Ya no verá más el color del cielo, ni las estrellas, ni la sonrisa de los niños que tanto adora. El sufre mucho por esto, por la injusticia que el gobierno está cometiendo, por la gente inocente.
Él es un preso político, él siempre luchaba contra la injusticia que se cometía contra los pobres. No podemos hacer nada para defender su único ojo porque somos muy humildes; no tenemos para cubrir los gastos de la cirugía para el transplante. Además yo, su única hija, estoy en la cárcel del Buen Pastor. Estamos atados sin poder hacer nada, estamos hartos de este país donde se comete tanta injusticia, trayendo a muchos inocentes, gente humilde como nosotros. Ni el pobre ciego se escapa de las garras de la injusticia.
Le pido a la gente de buen corazón para que me apoye, me den fuerza para poder soportar todo esto. Esperaré su apoyo porque no sé si podré soportar ver a mi padre querido totalmente ciego arrastrándose solo, sin su familia, en una cárcel que es un verdadero infierno.
Mientras tanto, se dice que el Paraguay es un país de maravilla, donde reina la paz y la tranquilidad. En cambio, tanta gente inocente, humildes campesinos y campesinas estamos muriendo en esta cárcel del olvido.
Mis felicitaciones a todas la gente del país por Navidad y año nuevo.
Con mucho deseo de estar libre,
Estela Agüero.

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